Capítulo 411
Capítulo 411
-Nerea, salgamos a jugar, ja Momo no le gusta quedarse en casa!
Después de hartarse de jugar a perseguir al perro, Neo empezó a buscar otra travesura para hacer. Nerea, con las manos, amasaba las mejillas regordetas de Neo, pellizcándole la boca hasta darle forma de patito feo, -Parece que el que no quiere quedarse en casa eres tú, ¿eh?
-Pequeño travieso, solo tienes cuatro años y medio, ¿cómo es que tienes tanta energía? ¿Hasta cuándo vas a querer jugar?
-Solo un juego más… y ya no juego más.
juego’más.
Neo levantó un dedo, haciendo que Nerea levantara una ceja, escéptica, -¿En serio? ¿Tan bueno eres?
Si, si, ayer, cuando estábamos en el avión, vi un campo de cactos. ¿Qué tal si vamos a recoger algunos?
Nerea:-… ¿No puedes elegir algo más relajado para hacer?
-¡Vamos, vamos! ¡Nerea es la mejor!
Nerea no tuvo más remedio qué ceder, -¡Pero este es el último! Al volver, tienes que comer bien y descansar, ¿entendido?
-¡Entendido!
Asi, una bella joven, un niño y un perro, con cestas a cuestas, se dirigieron al campo de cactos. Nerea examinó suavemente una fruta, observando sus tallos y hojas, y al ver que todas estaban maduras, pensó en llamar a los sirvientes y jardineros para que ayudaran a recolectar. Pero entonces, el viejo que cortaba las ramas le dijo que todos habian ido a instalar una valla protectora en el Lago de Estrellas.
Miró hacia el lago y vio a un grupo de trabajadores rodeándolo, instalando una valla alta y robusta.
-¿Por qué están poniendo una valla en el lago?
El Lago de Estrellas era una de las principales atracciones de la Mansión de Nerea; sus agua: claras, y las rocas, coloridas. Incluso habia una pequeña isla en forma de corazón en el medio parecía un espejo de plata sin macula, y de noche, reflejaba las estrellas, creando una vista incomparable. Pero, con la instalación de una valla tan alta y densa, ¿no arruinarian la belleza de lugar?
-No lo sé, fue orden del señor. Y después de instalada, habrá solo una entrada, y la llave la tendra
Nerea: ¿Qué? ¿Escondió un tesoro en el lago?
-¡Nerea, mira! ¡El cactos que recogi es enorme! This content belongs to Nô/velDra/ma.Org .
Neo corrió hacia ella, mostrándole un cacto más grande que su cabeza, haciendo alarde de su hallazgo. Nerea lo pecó, debía de pesar al menos dos o tres kilos.
-Neo, eres increible. ¿Qué tal si competimos a ver quién llena la cesta primero?
-¡Dale!
Una hora después, Nerea, cargando una cesta grande en la espalda y sosteniendo dos más pequeñas en las manos, lamentaba profundamente haber aceptado el desafio.
Si hubiera sabido, no habría competido con él. Con su pequeña estatura, apenas podía con dos cactos, y ahora toda la carga habla caldo sobre ella.
1/2
10:01
Capitulo 411
-¡Nerea, apúrate, que Momo ya está deseando comerse un cacto!
Nerea, sudando y jadeando, miró su figura apresurada y mordió su labio en frustración. Cuando Roman regresara, tendria que darle una buena lección a este travieso.
Al llegar a la villa, Nerea estaba exhausta.
-Tú alimenta a Momo, yo me voy a duchar.
-¡Momo, ven aquí!
Media hora más tarde, Nerea salió del baño, sin escuchar los alborotos habituales de Neo.
Qué raro, penso, que silencio.
Al llegar al salón y ver el suelo cubierto de jugo de cacto rojo, con un niño y un perro esparcidos boca arriba y boca abajo en medio de la escena, y a Momo teñido de rojo como si fuera un escenario de crimen, estuvo a punto de explotar de ira.
Se arremangó, lista para darles una lección, pero al ver las caras dormidas de Neo y Roman, tan inocentes y semejantes, se contuvo..
2/2