Chapter 634
Chapter 634
apítulo634
Fresco y elegante, como el sol brillante bajo el océano voluminoso, un vistazo al corazón, una
mirada profunda.
Los ojos de Luz se humedecieron: -Clara…… Gracias, meme encanta demasiado, gracias
-No utilicé gemas costosas, en parte, no quiero robarle protagonismo a Julio, y en segundo
lugar
creo que este color azul cielo es más adecuado para ti.
Clara sonrió con alivio y confianza: -A mí me gusta diseñar joyas eligiendo la gema principal que
se adapte a la personalidad y el temperamento de quien las lleva, porque soy Alexa, y el valor de
mi diseño ya supera el valor de la propia joya. Las joyas son personalizadas.
Después de eso, Leticia y María, llevaron a Luz a ver los regalos de cumpleaños que habían
preparado, en una gran sala llena de mujeres charlando, muy animadas.
En ese momento, el móvil de Clara sonó en su pantalón.
Lo sacó y lo observo con gran tranquilidad, luego salió de la sala y llegó al final del pasillo.
-Dígame-¿aló?, sus largas pestañas abriéndose y cerrándose, con su tono de voz aún fría.
-Señorita Pérez, estoy mucho mejor y he venido a informarle.Exclusive content from NôvelDrama.Org.
Bajo la luz de la luna, la voz de Alejandro sonaba agradable y suave, una sensualidad e irresistible,
lo envolvían un profundo magnetismo: -En el futuro, si quieres saber sobre mi situación, puedes
llamarme personalmente, ya no necesitas contactarme con César al privado.
Se estremeció el corazón Clara, y su rostro reflejaba inquietud.
-O, está bien, si me llamas, es mejor para mi-La voz melosa y magnética del hombre frotó contra
su oído, melodiosa y coqueta, como si fuera otra persona.
-No hace falta, no soy su médica, no tengo tiempo para vigilar su estado fisico las veinticuatro
horas del día.
Clara no tenía expresión en su rostro, su voz era fría y calculadora: -Me alegra que te encuentres
bien, en el futuro, cada uno siga su camino, busca bendiciones para ti.
-Gracias a su valiosa dedicación. Si no fuera porque me ayudaste, mi fiebre no habría ba,ado tan
rápido.
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Alejandro sonrió suavemente, su voz enigmática y melodiosa erizaba su cuerpo -Eres una
excelente médica.
-¡Alejandro! ¡¿Estás cansado de vivir?!
Clara recordó el día, en que fue presionada por el hombre en la cama y le besó a la fuerza, sus mejillas se encendieron de calor, sus vistosos puños golpearon violentamente la ventana de cristal: ¡Site vuelves a hacer el loco, sin duda haré que te arrepientas! ¡Cumpliré lo que digo!
-¡Jamás me arrepentiré de lo que hice!, princesa.
Alejandro sonrió con amargura y humildad: -Divorciándome de ti, ya me he arrepentido el resto
de mi vida.
-Uff, te lo merecías. Chao, estoy ocupada.
-¡Clara! ¡Espera!
-¡Qué! -Clara estaba tan disgustada en su corazón, y no estaba dispuesta a seguir poniendo
atención a este miserable.
-¿Mañana, puedo …… ir al banquete de cumpleaños de Luz? ¿Te parece bien? -Alejandro preguntó
cuidadosamente, sin ninguna confianza, pero lleno de anhelo.
Anhelaba volver a verla.
Clara tarareó ligeramente y rozó su pequeña boca: -Señor Hernández, los presentes en el banquete de cumpleaños de Luz son todos miembros de nuestra familia Pérez. ¿Cree que está
adecuado que enfrentarlos a ellos?
-Lo sé, lo entiendo. Pero como dice el refrán, “una nuera fea siempre tiene que conocer a su
familia”-El tono de Alejandro era particularmente serio.
-Alejandro, v ¿has manchado el nombre de mi familia? -Clara volvió a golpear la ventana, con
inmenso enojo.
-¿Puedo, Clara? -Fue persistente.
Clara se acordó de aquella noche, cuando Enrique le había dado una severa paliza por este asunto,
llego a su mente, el recuerdo de ver su espalda ensangrentada.
No pudo evitar morderse el labio, de mala gana: -Acuérdate de traer un regalo.
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Alejandro estaba encantado, su voz era melodiosa a sus oídos: -Por supuesto., iré muy complacido
con un hermoso regalo.
Clara apretó los dientes y gritó: -¡Maldito!