Chapter 570
Chapter 570
Capítulo570
¡Una voz ilena de vigor resono por todo el lugar!
Fue entonces cuando todos se dieron cuenta de que, en algún momento, Fernando había aparecido
en la puerta, acompañado por Adrian. Debido a la llamativa presencia de Clara, ni siquiera la
pareja Hernández se habia dado cuenta de que el patriarca también los seguía.
-Abuelo
-Abuelo
Alejandro y Clara hablaron al mismo tiempo, y la joven pronunció esas palabras de abuelo con una
gran ternura.
Ema inmediatamente se sintió menos arrogante y comenzó a sudar frio.
-Padre, ¿cómo llegaste hasta aquí? – Enrique estaba sorprendido y su mano que sostenía el látigo
tembló ligeramente.
-Si no hubiera venido, mi nieto habría sido golpeado hasta la muerte por ti-dijo Fernando con
indignación mientras estaba sentado en su silla de ruedas. Al ver las heridas de Alejandro, el
patriarca temblaba de ira. —Alejandro, ¿cómo estás?
-Estoy bien, abuelo-dijo Alejandro con una leve sonrisa para tranquilizarlo.
-¡Adrian! Llama de inmediato a mi medico personal, para que atienda las heridas de Alejandro-
ordenó Enrique.
-Si, Enrique-respondió Adrián mientras iba a un lado a hacer la llamada.
-Realmente le agradecemos a Clara que haya traido al abuelo desde tan lejos solo por Alejandro-
dijo Ema, tirando de la manga de Enrique y dirigiendo su veneno hacia Clara. -Enrique, el abuelo
siempre ha tenido problemas de salud en el cuerpo y las piernas. Esta noche, con este clima tan
frio, lo hizo venir de tan lejos. Que gran corazón.
-¡Ya basta! – Fernando interrumpió bruscamente el teatro de Ema con fastidio. Mi salud está
bien. Irene viene regularmente a cuidar de mi y a mantenerme en forma. ¿Por qué siempre insistes
en que no estoy bien? ¿Me estás despreciando?
Ema, al ver que sus artimañas se habían vuelto en su contra, se apresuró a explicar: -No, papá. Text property © Nôvel(D)ra/ma.Org.
-Además, no fue Irene quien me llamó-Fernando no le dio oportunidad a Ema de replicar, y
continuó criticándola. -Todo esto fue una coincidencia. Irene vino a visitarme esta noche, y en
medio de todo, escuché que Alejandro había sido golpeado por su propio padre. En ese momento,
me enfurecí y me dirigí hacia Villa Mar. Irene tenía miedo de que me pasara algo, por eso me
siguió de cerca. Si tienen alguna pregunta, no le pregunten a Irene, pregúntenme a mí.
Las miradas complicadas de todos se posaron en Ema, que tenia el rostro enrojecido. Ema frunció
el ceño, con los ojos enrojecidos por la furia, pero no se atrevió a hablar de nuevo.
-Clara, ¿fuiste a visitar a mi abuelo? – Alejandro levantó las cejas sorprendido y la miró
profundamente.
-Si-Clara respondió fríamente, sin corresponder a su mirada ardiente.
-¿¿Por qué no me invitaste a acompañarte?
-Visité a tu abuelo para mostrarle respeto. Si quieres visitarlo, ve por tu cuenta. ¿Qué relación
tienes conmigo? ¿Por qué debería llevarte? – Clara hizo un ruido de desdén sin rodeos.
Alejandro apretó los labios y se sintió herido una vez más.
Leona escuchó lo que dijo su abuelo y comenzó a sentirse confundida. Si Clara había venido
siguiendo a su abuelo por casualidad, entonces, ¿quién la había llamado?
En ese momento, Leona se dio cuenta de lo que había sucedido y lanzó una mirada llena de enojo a
Noa, que estaba cerca.
No fue sorprendente que la sonrisa tonta y estúpida de Noa la delatara.
-Papá, ella tiene razón. No deberías haberte molestado en venir. Es demasiado agotador para ti. Estamos preocupados por tu salud-dijo Enrique mientras se acercaba a Fernando. Sin embargo, el
patriarca frunció el ceño y le hizo un gesto para que se detuviera.
-Si realmente estuvieras preocupado por mi salud, no habrías golpeado a mi nieto de esa manera,
ni me habrías enfurecido de esta manera. ¡Me estás volviendo loco!