Capítulo 212
Capítulo 212
Capítulo212
Alejandro..
Cuando Alejandro abrió los ojos, se encontraba tumbado en la cama del hospital.
-Clara.
Lo primero que dijo al recobrar la conciencia fue su nombre.
-Tienes una pequeña lesión en la muñeca derecha y una leve conmoción cerebral, pero no es nada
grave–Clara estaba de pie junto a la ventana, contra la luz, creando un perfil hermoso y frío.
Mientras Alejandro estaba inconsciente, César le contó todo sobre el accidente.
César dijo que la noche anterior no había dormido, y por la mañana, cuando fue a buscarlo a su
estudio, el humo en la habitación lo hizo tambalear.
-Alejandro probablemente no descansó bien la noche pasada o es posible que haya sido afectado
por su dolor de cabeza y eso haya afectado su conducción.
Clara sabía lo doloroso que era para Alejandro tener esos ataques de dolor de cabeza, en estos años,
rara vez conducía debido a esa condición.
No dormir, fumar y no ir al hospital aunque está herido… ¿Alejandro, a quién estás tratando de
impresionar?
Beatriz puede preocuparse mucho por ti al verte así, pero yo no lo haré.
Clara miró con desdén, frunciendo los labios fríos, -Descansa bien, me voy.
Con eso, Clara avanzó con sus largas y blancas piernas sin mirar hacia atrás, dirigiéndose hacia la
puerta
-¡Clara! ¡Detente!
Al verla continuar su camino, Alejandro se sintió ansioso y, levantándose de la cama, la alcanzó. Owned by NôvelDrama.Org.
Justo cuando Clara ya tenía la mano en la perilla de la puerta, el hombre se acercó a ella, sus
fuertes brazos sosteniendo la puerta firmemente, encerrándola en la sombra.
-¡Alejandro, estás loco! ¿Qué diablos pretendes hacer?– Clara estaba sorprendida y enfadada.
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Dame una respuesta y te dejare ir–Alejandro la miró fijamente, con la voz ligeramente ronca–¿ Por qué te casaste conmigo en aquel entonces?
No hay razón.
Clara levantó la pierna, como si estuviera a punto de patearlo.
Pero al siguiente instante, Alejandro bloqueó su pierna con la rodilla, inmovilizándola y dejándola sin poder moverse, solo podía morderse el labio ansiosa.
Ella sabía cómo defenderse, pero contra Alejandro, el estudiante número uno de la escuela, no tenia oportunidad.
-Clara, solo quiero escuchar una respuesta honesta, ¿es tan difícil?
-Tengo problemas mentales, por eso te elegí en ese entonces. ¡Sal de encima de mi! ¡Voy a llamar a alguien!
Alejandro permaneció inamovible, claramente insatisfecho con su respuesta.
En ese momento, la puerta fue bruscamente empujada desde afuera.
De repente, Clara fue levantada por la fuerza y cayó en los brazos de Alejandro. Él actuó rápidamente, rodeando su delgada cintura con sus fuertes brazos y presionando suavemente su mano sobre su vientre plano. La figura de Clara parecía ser aún mejor de lo que él imaginaba
Alejandro sintió que la pasión se encendía en su interior.
La respiración de Clara se volvió agitada.
-Alejandro… Señora…- César quedó atónito, su falta de imaginación no le permitía comprender
qué estaba sucediendo entre ellos.